ENSAYO
Importancia
de los métodos en la investigación en Ciencia Política: Superando
doxas y sesgos
Importance of methods in Political Science research: Overcoming doxas and biases
Oscar Andres Velazco Mendoza
https://orcid.org/0000-0002-7516-0856
oscar.velazco@unmsm.edu.pe
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú
Recibido: 07/12/2023
Aceptado: 14/05/2024
Publicado: 30/06/2024
Cita en APA: Velazco Mendoza, O. A. (2024). Importancia de los métodos en la investigación en Ciencia Política: Superando doxas y sesgos. Revista Latinoamericana de Humanidades y Desarrollo Educativo, 2 (1), 63–77.
Resumen
La Ciencia Política, a pesar de su juventud como disciplina, ha experimentado diversas evoluciones a lo largo de su historia, consolidándose como una herramienta fundamental para comprender las complejidades de las relaciones de poder en las sociedades humanas. En este contexto, se destaca la necesidad imperiosa de salvar la integridad del método de investigación, protegiéndolo de doxas y sesgos que puedan distorsionar su validez.
Este ensayo pretende abogar por el desarrollo completo y epistémico del método en los estudios políticos, relegando la perniciosa influencia de doxas y sesgos. Se utilizarán enfoques empiristas y constructivistas como paradigmas ilustrativos para analizar los sesgos presentes en los contrastes teóricos.
En definitiva, el estudio aboga por evitar la exacerbación de sesgos en el desarrollo de los estudios en Ciencia Política, particularmente en los enfoques antes mencionados (empirista y constructivista), proponiendo una posición que privilegia la objetividad y el rigor metodológico en la investigación política.
Palabras Clave: Ciencia Política, metodología, doxa, sesgo, investigación.
Abstract
Political science has experienced diverse evolution processes throughout its history, despite its youth as a discipline. It has consolidated as a crucial tool to understand the complexity of power relations in human societies. In this context, it's necessary to save the integrity of the research method, protecting it from bias and doxas that could distort its validity. Along with this essay, I will advocate for the complete and epistemic development of the method in political studies, relegating the pernicious influence of bias and doxas. We use empiricist and constructivist approaches as illustrative paradigms to analyze bias that take part in theoretical contrasts.
In sum, this research advocates for preventing the exacerbation of bias in political science's development studies, particularly in the approaches mentioned above (empiricist and constructivist), proposing a position that privileges objectivity and methodological rigor in political research.
Keywords: Political Science, methodology, doxa, bias, investigation.
Introducción
La Ciencia Política, a lo largo de su evolución histórica, se ha erigido como una disciplina académica de creciente relevancia. A pesar de ser considerada una ciencia joven en comparación con disciplinas más establecidas, ha jugado un papel fundamental en la comprensión y análisis de las complejas dinámicas que subyacen a las relaciones de poder en las sociedades humanas. Para dimensionar la importancia de esta ciencia, se menciona que “la Ciencia Política, en cuanto ciencia social, elabora teorías para explicar la acción política intersubjetiva, teorías que tienen que ser confrontadas con la realidad para determinar su verdad o falsedad” (Miró Quesada, 1992, p. 67).
En este contexto de desarrollo y madurez académica, es imperativo mantener un enfoque metodológico riguroso en el proceso de investigación, a fin de evitar la influencia perniciosa de prejuicios y sesgos durante el desarrollo de la investigación politológica, dado que si esto sucede, puede distorsionar la objetividad de los resultados. Durante sus fases iniciales, la Ciencia Política se basó en gran medida en modalidades metodológicas tradicionales arraigadas en el campo de la filosofía política y la investigación histórica. Figuras destacadas de la antigüedad, como Aristóteles y Maquiavelo, ejercieron una influencia sustancial en la configuración temprana de esta disciplina. Estos enfoques metodológicos se centran principalmente en la especulación sobre la naturaleza teórica y el análisis narrativo de los acontecimientos históricos con el fin de comprender los fenómenos políticos. Sin embargo, a pesar de haber proporcionado una sólida plataforma para la introspección política, se cuida la minuciosidad e imparcialidad que caracterizan la información científica contemporánea.
Dentro del escenario en cuestión, se resalta la importancia fundamental del método utilizado en la investigación política, ya que constituye la base sobre la cual se construye el conocimiento en esta disciplina. La Ciencia Política se ocupa de explorar y analizar una amplia gama de fenómenos políticos, incluidas las estructuras de gobierno, las instituciones políticas, los procesos electorales y las políticas públicas, entre otros. En este contexto, el uso de un método riguroso y sistemático es fundamental para garantizar la validez y confiabilidad de los resultados de la investigación. Uno de los desafíos más importantes que enfrenta la Ciencia Política radica en la necesidad de mantener la objetividad e imparcialidad en un campo de estudio que a menudo está influenciado por opiniones políticas y creencias ideológicas arraigadas. Los sesgos y doxa 1pueden infiltrarse en el proceso de investigación, distorsionando la interpretación de los datos y debilitando la validez de las conclusiones alcanzadas. Por lo tanto, es esencial que los investigadores en Ciencia Política sean conscientes de estos posibles sesgos y se esfuercen por mitigar su impacto en su trabajo investigativo.
De esta manera, Bolívar (2001) aduce que los politólogos acuden a todas las ciencias del comportamiento humano como la sociología, la psicología, la economía, la antropología, la historia y la teoría de la comunicación. Lo hacen para ayudar a la gente a mantenerse en paz, libres y capaces de cooperar, de manejar sus conflictos y de tomar decisiones comunes sin autodestruirse.
Episteme dentro del estudio politológico
Para el estudio de la Ciencia Política, es importante tener en cuenta que al tratarse de una ciencia, esta recurre a un método; así mismo, es crucial hacer mención de la episteme2 dentro del proceso de sistematización del conocimiento y estudios de la política, puesto que “De la política se ocupan todos, doctos e indoctos” (Sartori, 2019, p. 11). Sin embargo, no todos realizan un estudio epistémico de la política.
En el campo del estudio politológico, el conocimiento se rige por una estructura fundamental que establece las normas y lineamientos que dan forma a la construcción del conocimiento dentro de esta disciplina. Esta estructura es la piedra angular que delimita y define los límites del pensamiento político, así como el conjunto de métodos utilizados para investigar y analizar los fenómenos políticos. Los conceptos arraigados en la ciencia política determinan la relevancia de ciertas cuestiones, prescriben los enfoques metodológicos apropiados y establecen el marco para interpretar la evidencia empírica. Dentro del campo de los estudios en ciencias sociales, como también sucede con las ciencias naturales, es imprescindible contar con un proceso de investigación, es con el método científico que se logra tener procesos epistémicos. Cabe destacar que dentro del mundo de la investigación, se destaca que “los investigadores interrogan la realidad desde teorías y modelos de análisis, sugiriendo preguntas e hipótesis acerca de cómo contestarlas. Para responder a los objetivos de investigación se construye la evidencia empírica utilizando métodos que dependerán del enfoque teórico elegido” (Batthyány et al., 2011, p.11).
Comprender y respetar esta estructura epistemológica es esencial para cualquier investigador o estudiante de Ciencia Política, ya que proporciona un marco de referencia para evaluar y contextualizar las teorías políticas existentes. Además, esta estructura actúa como un faro que guía a los académicos en el vasto y diverso campo de la ciencia política, ayudándolos a centrarse en cuestiones clave y metodologías relevantes.
Empirismo como enfoque dentro de la Ciencia Política
El problema central que se plantea hoy en día la Ciencia Política, radica en el intento de superar sus limitaciones teóricas. Dentro de este contexto, la Ciencia Política, como ciencia social, es una ciencia empírica, lo que significa que sus teorías deben elaborarse a partir del conocimiento de la realidad política. Su verdad o falsedad dependerá de su coincidencia o no con la realidad del hecho, acontecimiento, proceso y conducta política que se pretende conocer.
La ciencia política es una ciencia social empírica. No explica las causas últimas o los fines de la política, como lo hace la filosofía política, sino que explica hechos políticos y formula leyes generales con un lenguaje y un instrumental propios. (Galindo, 2015)
Es dentro de lo anteriormente mencionado, que Galindo (2015) menciona que la ciencia política no es una ciencia especulativa en el estricto sentido de la palabra, sino más bien una ciencia fáctica que pretende validarse a partir de la contrastación de sus enunciados con la realidad, incluyendo obviamente una sólida lógica de razonamiento. Además menciona que esta ciencia social es empírica. No explica las causas últimas o los fines de la política, como lo hace la filosofía política, sino que explica hechos políticos y formula leyes generales con un lenguaje y un instrumental propios.
Clásicos del pensamiento filosófico, aportaron al estudio del empirismo, como lo fueron John Locke, Thomas Hobbes, George Berkeley y David Hume, dejando una huella imborrable en la historia del pensamiento occidental. Cada uno de estos influyentes pensadores ha planteado preguntas fundamentales sobre la naturaleza del conocimiento, el gobierno y la percepción humana.
El legado de John Locke es innegable, destacándose por su influyente obra An Essay Concerning Human Understanding, donde sostiene que todo conocimiento tiene sus raíces en la experiencia. Además, Locke es conocido por su teoría del contrato social, que sostiene que el gobierno debe surgir como un acuerdo consensual entre los ciudadanos y sus gobernantes.
Thomas Hobbes, por otro lado, se hizo famoso por su obra Leviatán, en este trabajo, plantea la idea de que la naturaleza humana es inherentemente propensa al conflicto y que para mantener el orden se requiere un gobierno fuerte. Asimismo, Hobbes es reconocido por su teoría del contrato social, en la que sostiene que los individuos renuncian a parte de su libertad a cambio de la seguridad que les brinda el gobierno. George Berkeley, otro ilustre filósofo, aporta a la corriente filosófica su obra Principios del conocimiento humano, dentro de esta obra, Berkeley presenta la noción de que todo lo que existe es percibido por la mente. Su teoría del idealismo subjetivo afirma que la realidad misma está intrínsecamente ligada a la percepción individual, donde todo lo que existe es una idea en la mente. David Hume, a través de su Tratado sobre la naturaleza humana, aborda la cuestión del conocimiento desde una perspectiva empírica. Hume sostiene que todo conocimiento se deriva de la experiencia. Además, Hume es ampliamente reconocido por su crítica del racionalismo y su teoría del empirismo radical.
Estos filósofos han dejado una profunda influencia en la filosofía y las Ciencias Sociales, aportando ideas que han perdurado a lo largo de los siglos y continúan siendo objeto de estudio y debate en la actualidad. Sus obras siguen siendo pilares fundamentales en la exploración de la naturaleza humana, la política y la epistemología.
Los politólogos empíricos notables que han promovido el valor del empirismo en la investigación en Ciencia Política incluyen a Charles E. Merriam, David Easton y Robert A. Dahl. Charles E. Merriam, considerado uno de los fundadores de la ciencia política empírica, argumentó que esta disciplina debe basarse en evidencia empírica para ser considerada una ciencia genuina. David Easton, por su parte, es uno de los padres fundadores de la teoría política sistémica, sosteniendo que la ciencia política debe centrarse en el estudio de los sistemas políticos, que pueden ser objeto de estudio empírico. Robert A. Dahl, otro destacado politólogo, argumentó que la ciencia política debería centrarse en el estudio de la toma de decisiones políticas, lo cual es factible mediante el análisis empírico.
En el corazón de la investigación empírica se encuentra el compromiso con la objetividad y la búsqueda de la verdad. Los sesgos distorsionan la percepción de la realidad política y, en última instancia, socavan la confiabilidad de los resultados. Cuando los investigadores seleccionan datos o interpretan los resultados de manera sesgada, los hallazgos carecen de la imparcialidad necesaria para ser considerados una representación precisa de la realidad política. Esto puede llevar a conclusiones erróneas y, en última instancia, a políticas públicas deficientes.
Es de suma importancia, recalcar que el empirismo a pesar de gozar del atributo de basarse en la compilación de datos observables o “medibles”, también carece de abstracción subjetiva, aunque esta última es perniciosa, se debe de tomar en cuenta que la realidad no es objetiva, si no que las abstracciones en el campo de las Ciencias Sociales, se facultan de la experiencia del investigador.
Actualmente, el empirismo prevalece como el enfoque predominante en la investigación en ciencias políticas. La mayoría de los politólogos entienden que el empirismo es fundamental para el avance del conocimiento en esta disciplina. Ejemplos específicos de su aplicación incluyen demostrar la relación entre educación y desarrollo económico, la asociación de la democracia con la paz y la prosperidad, y evidencia de que la corrupción tiene efectos negativos en el desarrollo económico y social.
Constructivismo como enfoque en el estudio politológico
La Ciencia Política, como disciplina dedicada al análisis y comprensión de la política, ha experimentado una evolución constante en su enfoque teórico. El constructivismo ha surgido como una perspectiva influyente, cuya historia, ramificaciones conceptuales y metodología aportan riqueza y profundidad a la disciplina política.
El constructivismo en Ciencia Política tiene sus raíces en las corrientes teóricas del constructivismo social y la teoría de las relaciones internacionales. Aunque sus precursores se remontan a la década de 1960, fue en las décadas posteriores cuando el constructivismo ganó prominencia. Pensadores como Alexander Wendt y Nicholas Onuf han jugado un papel fundamental en el desarrollo y difusión de este enfoque.
Esta postura, se distancia de perspectivas tradicionales, como el realismo y el liberalismo, al centrarse en la influencia de las ideas, normas e identidades en la toma de decisiones políticas y la construcción de la realidad política. A través de su énfasis en la intersubjetividad y la construcción social, el constructivismo ha enriquecido la disciplina política al proporcionar una perspectiva que va más allá de las estructuras materiales y reconoce la importancia de las dimensiones subjetivas de la política. El constructivismo emerge como un pilar fundamental de la ciencia política, ofreciendo una ventana a la comprensión de cómo los actores políticos dan forma y sostienen el orden social a través de la construcción de significados y representaciones. Al profundizar en su aplicación en la formación de instituciones políticas, el desarrollo de políticas públicas y la resolución de conflictos, el constructivismo enriquece nuestra capacidad para analizar y explicar los fenómenos políticos con mayor profundidad y amplitud. En un mundo político en constante cambio, esta perspectiva teórica sigue siendo esencial para descifrar las dinámicas subyacentes que dan forma a nuestras sociedades y nuestras interacciones políticas.
A diferencia del enfoque empírico basado en lo observable y verificable, el constructivismo se basa en la premisa de que la realidad social es construida por los individuos a través de la interacción social y la atribución de significados. En lugar de ver la realidad como algo completamente objetivo y externo, los constructivistas sostienen que la realidad social se forma a través de la percepción e interpretación subjetiva de las personas.
El constructivismo y el relativismo comienzan con la premisa, basada en una constatación común, de que cada individuo sostiene una visión de la realidad que es distinta de la de cualquier otro. Tal premisa no es por completo verdadera, ya que en muchos aspectos particulares puede no haber diferencias de opinión o percepción entre los individuos. Pero lo importante del constructivismo y el relativismo no es tal premisa, sino la conclusión que se pretende obtener a partir de ella: que existen múltiples realidades. Planteamos dos primeras objeciones a tal conclusión. Por un lado, lejos de servir a la causa constructivista-relativista, la constatación de tal diversidad de percepciones de la realidad apoya más bien una filosofía objetivista. Por otro lado, aun si la premisa mencionada fuera cierta para todo aspecto posible de la realidad, ella no implica que haya múltiples realidades; es decir, que no sea posible evaluar la validez relativa de tales visiones individuales. (Bueno-Cuadra & Araujo-Robles, 2017)
Por su parte Max Weber señalaba que una ciencia empírica “no puede enseñar a nadie qué debe hacer, sino sólo qué puede hacer, y en algunos casos, que es lo que realmente quiere hacer” (1904/2009, p. 75).
Los politólogos constructivistas reconocen la importancia del empirismo para la investigación en ciencias políticas. Sin embargo, los constructivistas también sostienen que el empirismo debe complementarse con otros métodos de investigación, como el análisis y la interpretación cualitativos.
Importancia de prescindir de los sesgos dentro de la metodología en la investigación en Ciencia Política
La Ciencia Política, como disciplina académica, se caracteriza por su compromiso con la búsqueda del conocimiento objetivo y riguroso en relación con las instituciones políticas y gubernamentales. Sin embargo, en este proceso de investigación, surge un desafío importante para los investigadores: la constante amenaza de sesgos, que pueden colorear el análisis y poner en peligro la validez de las conclusiones extraídas.
El sesgo en la investigación política adopta diversas formas, ya sea en la selección parcial u omisión de datos (sesgos de selección de datos), en la percepción e interpretación de la evidencia (sesgos cognitivos) o incluso en la distorsión del análisis debido a factores preexistentes. creencias (sesgos ideológicos). Estos sesgos son una seria preocupación en la ciencia política, donde las cuestiones políticas a menudo están imbuidas de emociones y convicciones arraigadas. Este contexto fomenta la presentación selectiva de evidencia, la interpretación sesgada de los datos y la formulación sesgada de teorías políticas, socavando así la imparcialidad y confiabilidad de la investigación política.
Los sesgos, entendidos como distorsiones sistemáticas en la recopilación, análisis e interpretación de datos, pueden socavar la integridad de los hallazgos de políticas y comprometer la credibilidad de la disciplina en su conjunto. Es trascendente estudiar en profundidad la importancia de prescindir de sesgos en la metodología de la investigación en Ciencia Política, destacando su relevancia en dos enfoques fundamentales: el enfoque empírico y el enfoque constructivista.
Para prevenir los efectos nocivos del sesgo, los métodos de investigación en ciencia políticas deben apuntar a lograr la objetividad. Esta necesidad incluye un enfoque objetivo y transparente para la recopilación y el análisis de datos, así como para la evaluación de la teoría política. Los investigadores deben esforzarse por eliminar cualquier forma de sesgo en todas las etapas del proceso de investigación. La investigación sin una metodología rigurosa, carece de fundamentación.
Sartori (2005) menciona que la ciencia política dominante ha adoptado un modelo
inapropiado de ciencia (extraído de las ciencias duras, exactas) y ha fracasado en establecer su propia identidad (como ciencia blanda) por no determinar su metodología propia. Por cierto, mis estantes están inundados de libros cuyos títulos son «Metodología de las ciencias sociales», pero esas obras simplemente tratan sobre técnicas de investigación y procesamiento estadístico. No tienen casi nada que ver con el “método del logos”, con el método del pensamiento. Por lo que tenemos una ciencia deprimente que carece de método lógico y, de hecho, ignora la lógica pura y simple. (p. 11)
La metodología es a la vez la herramienta y el objeto de la ciencia. Como herramienta, sirve para generar contenidos en forma de conocimiento científico. La metodología en sí es también objeto de investigación científica, a través de la cual se evalúa, mejora y desarrolla críticamente. La metodología científica establece una línea de demarcación entre el conocimiento científico y otras formas de conocimiento. Esta línea de demarcación cambia constantemente, especialmente debido a los avances metodológicos, y de hecho los límites de la metodología y, por tanto, del conocimiento científico se amplían o estrechan con frecuencia (Lauer, 2021).
El «método científico» es utilizado en el proceso de la investigación social para obtener nuevos conocimientos en el campo de la realidad social, o bien estudiar una situación para diagnosticar necesidades y problemas a efectos de aplicar los conocimientos con fines prácticos. La metodología está conformada por procedimientos o métodos para la construcción de la evidencia empírica. Se apoya en los paradigmas, y su función en la investigación es discutir los fundamentos epistemológicos del conocimiento. Específicamente, reflexiona acerca de los métodos que son utilizados para generar conocimiento científico y las implicancias de usar determinados procedimientos. (Bueno-Cuadra, R., & Araujo-Robles, 2017)
Empirismo y Constructivismo dentro de la Ciencia Política
El empirismo en la Ciencia política se manifiesta en varios métodos de investigación. La investigación cuantitativa implica la recopilación y análisis de datos numéricos para revelar patrones y relaciones en el ámbito político. La investigación cualitativa, por otro lado, se centra en la interpretación y análisis de datos cualitativos, como entrevistas, documentos y discursos políticos, con el objetivo de profundizar en el proceso político y los motivos de los actores políticos.
Este enfoque empírico dejó una huella importante en el progreso de la Ciencia Política, ya que permite la formulación de teorías políticas respaldadas por evidencia empírica sólida, contribuyendo así a la comprensión y predicción de los fenómenos políticos. Además, proporciona una base sólida para tomar decisiones políticas basadas en datos y evidencia, que son aspectos extremadamente importantes tanto en el ámbito académico como político. Este enfoque en la evidencia empírica y el rigor metodológico enriquece la ciencia política y permite a los investigadores desarrollar una comprensión más profunda y precisa de las cuestiones de política, al tiempo que proporciona a los formuladores de políticas herramientas más efectivas para tomar decisiones informadas basadas en evidencia. datos concretos.
El politólogo Giovanni Sartori, hace referencia dentro de su libro La Política, a la importancia de la política como ciencia, haciendo énfasis en el paso de la teoría hacia la práctica. La contribución significativa de Sartori a la política empírica es su defensa de una metodología rigurosa en la investigación política. Insistir en que los académicos deben seguir altos estándares en la recopilación y análisis de datos. Su enfoque metodológico promueve la objetividad y verificabilidad en la investigación política, lo cual es esencial para asegurar que los resultados sean confiables y válidos.
El constructivismo, por su parte, representa un enfoque que pone en relieve la relevancia de las concepciones, normativas e interpretaciones en el análisis político. Según los constructivistas, la realidad política no es una entidad objetiva e inmutable, sino que se configura socialmente a través de la interacción entre individuos y la interpretación de símbolos y significados. Este paradigma, inspirado en la sociología y la teoría crítica, subraya la subjetividad y el proceso de construcción social de la realidad política.
La teoría constructivista guarda relación con el enfoque de la Ciencia Política de la liberación, para esto, Enrique Dussel se destaca, debido a su enfoque crítico e influencia en la filosofía latinoamericana coma su trabajo a menudo se vincula con una perspectiva constructivista como ya que explora cómo las estructuras políticas y sociales se analizan en conjunto con las cuestiones de justicia y ética. Así mismo, cuestiona las bases del empirismo y busca comprender cómo se pueden cambiar las realidades políticas a partir de la crítica y la acción reflexiva. Dentro del escenario peruano, el politólogo Francisco Miró Quesada Rada, a través de su enfoque valorativo-empírico e histórico (propio de la Ciencia Política de la liberación), ofrece una perspectiva rica dentro de la valoración que también es compartida por el constructivismo. Su trabajo, destaca la importancia de las ideas, normas, identidades y narrativas políticas para comprender la política contemporánea.
Su legado no solo enriquece el pensamiento político peruano, sino que también ofrece valiosas lecciones para comprender cómo se desarrolla y transforma la política en pos de la liberación y la justicia social en todo el mundo. La relación entre el constructivismo y la Ciencia Política de la Liberación es un tema interesante en el campo de la teoría política. El constructivismo y la ciencia política de la liberación representan dos enfoques diferentes en la Ciencia Política, pero también pueden converger en ciertos aspectos, especialmente en su preocupación por los aspectos sociales, la valoración y el estudio de estructuras de poder.
El constructivismo es una corriente teórica que se centra en cómo las personas construyen su realidad social y política a través de la interacción y la comunicación social. Por otro lado, la ciencia política de la liberación es una propuesta alternativa a la ciencia política basada en un enfoque empirista e hiperfactualismo, que cuestiona las categorías y metodologías científicas emanadas del centro e impuestas en la periferia (Miró Quesada, 2018).
En este sentido, se puede argumentar que el constructivismo y la Ciencia Política de la Liberación comparten una preocupación por el papel de las ideas, valores y creencias en la construcción de la realidad social y política. Ambas corrientes teóricas buscan superar el reduccionismo empirista y materialista que ha dominado gran parte de las ciencias sociales, y proponen una visión más amplia e integrada de los fenómenos políticos.
La ciencia política de la liberación propone la conjunción de categorías ético-filosóficas con categorías histórico-empírico-científicas, porque se supone que las creencias en conjunto con los valores son parte inseparable de las actitudes políticas y no se pueden descartar en el estudio de la realidad política. (Miró Quesada, 2018)
Cabe destacar que tanto el empirismo como el constructivismo dan aportes al estudio de la ciencia política, Una no está supeditada de la otra ya que ambas vertientes han dado aportes al estudio de la política, lo más importante dentro de estás corrientes es la metodología al momento de su desarrollo y que un enfoque no busque cancelar al otro, que se evite caer en sesgos exacerbados.
Es esencial que la comunidad investigadora reconozca la gravedad de los sesgos y tome medidas efectivas para abordarlos. Esto implica una mayor conciencia de los sesgos cognitivos y metodológicos, así como la implementación de prácticas de investigación rigurosas que minimicen la influencia de los sesgos en todas las etapas del proceso.
La transparencia en la metodología de la investigación, la revisión por pares imparciales y la promoción de la replicación de los estudios son herramientas esenciales para abordar los sesgos y garantizar la integridad de la investigación. Además, fomentar una cultura de apertura a la crítica y al cuestionamiento en la investigación puede ayudar a mitigar los sesgos y fortalecer la objetividad.
Los sesgos representan un desafío persistente en la investigación que socava la búsqueda de la verdad y la comprensión del mundo. Su presencia sutil pero perniciosa afecta negativamente la confiabilidad de los hallazgos, la credibilidad de la investigación y la confianza pública en la ciencia. Abordar los sesgos de manera efectiva es un imperativo ético y epistemológico para mantener la integridad y la objetividad de la investigación. La comunidad de investigadores tiene la responsabilidad de ser vigilante en la identificación y mitigación de sesgos, asegurando así que la investigación continúe siendo una fuerza poderosa para el avance del conocimiento humano.
Conclusiones
Por lo mencionado con anterioridad, se puede concluir que la metodología dentro del estudio de los fenómenos políticos estudiados por la Ciencia Política es de carácter sustancial, esto debido a que el rigor metodológico va convexo al proceso epistémico del campo politológico. Así mismo, se concluye que los investigadores dentro de esta disciplina, no deben de dejarse influenciar por sesgos exacerbados, ya que de este modo, se cae en el desarrollo de la doxa, desplazando a la episteme.
Para el desarrollo del ensayo, se hizo mención a los enfoques del empirismo y constructivismo, para así ejemplificar como a través del correcto desarrollo de la metodología, se puede aportar al campo de las Ciencias Sociales y para ser más preciso, de la Ciencia Política. Siendo así que el empirismo desempeña un papel cada vez más crucial en la investigación constructivista en ciencia política. Los constructivistas han adoptado una variedad de métodos empíricos, como encuestas, entrevistas y análisis de datos, para estudiar una amplia gama de fenómenos políticos. Esta integración del empirismo permite enriquecer la comprensión de cómo las interpretaciones y acciones de los actores políticos dan forma a la realidad social. Así, el empirismo y el constructivismo trabajan juntos para proporcionar una comprensión más completa y matizada de los fenómenos políticos del mundo actual. Ambos enfoques reconocen la importancia de la evidencia empírica para comprender la política en sus múltiples dimensiones; el aporte de cada uno de estos enfoques, puede enriquecer nuestra comprensión de los fenómenos políticos al proporcionar una visión integral que incorpora tanto la construcción social como la observación objetiva de la realidad política. La convergencia entre constructivismo y empirismo representa un enfoque enriquecedor y prometedor para la investigación en ciencias políticas, que busca desentrañar las complejidades de la política en un mundo en constante cambio.
En resumen, la Ciencia Política es una disciplina rica y diversa que se beneficia de la pluralidad de enfoques teóricos y metodológicos. El empirismo y el constructivismo representan dos de los paradigmas más influyentes en el estudio político. Mientras que el empirismo se basa en la evidencia empírica y la objetividad, el constructivismo enfatiza la importancia de las ideas y la interpretación en la política. Ambos enfoques desempeñan un papel en el avance del conocimiento político y la comprensión esencial de los desafíos políticos contemporáneos. La interacción entre estos paradigmas y su capacidad de complementarse enriquece la Ciencia Política y permite un análisis más profundo y completo de los fenómenos políticos de nuestra sociedad, estos enfoques dentro de la investigación no deben ser asumidos con sesgos, debido a que de este modo el investigador tiene una visión “nublada” dentro del escenario de investigación, la importancia de prescindir de sesgos en la investigación en Ciencia Política no puede ser subestimada. La integridad de la disciplina y la utilidad de sus hallazgos dependen del correcto estudio metodológico y este implica prescindir de algún tipo de sesgo, que más allá de algún enfoque, es importante tener en cuenta que la doxa debe estar supeditada por la espiteme. Los investigadores políticos tienen la responsabilidad de garantizar que sus investigaciones sean libres de sesgos, ya que así, podrán contribuir al avance del conocimiento en el campo y ofrecer una base sólida para el estudio politológico.
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1 Doxa: opinión.
2 Episteme: conocimiento.