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La Educación a través del Turismo: Un
Camino hacia el Aprendizaje Experiencial y
el Desarrollo Social.
Education through Tourism: A Path to Experiential
Learning and Social Development.
Naomi Graciela Robles Rojas
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Cita en APA 7ed.: Robles, N. (2024). La Educación a través del Turismo: Un Camino hacia el Aprendizaje
Experiencial y el Desarrollo Social. Revista Arbitrada de Educación Contemporánea. V.1 (2), pp. 140 -
152.
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0009-0005-6883-4882 | Universidad Nacional Hermilio Valdizán, Perú
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Resumen
En este artículo, se analiza el papel del turismo educativo en la formación integral de los
estudiantes de educación superior, subrayando su capacidad para fomentar competencias
clave como el pensamiento crítico, la empatía cultural y la ciudadanía global.
La metodología es cualitativa incluye una revisión exhaustiva de la literatura y el análisis
prácticos implementados en diversas instituciones educativas. Los casos revisados, como
documentados por Prieto y Ruiz (2015) y Richards (2018), revelan que el turismo
educativo no solo fortalece competencias cognitivas y socioemocionales, sino que
también promueve una conciencia cultural y social más profunda. Estas experiencias
permiten a los estudiantes reflexionar críticamente sobre desafíos globales y locales,
facilitando la transferencia del conocimiento teórico a situaciones prácticas, como lo
destaca Ma (2016) en su análisis del turismo como promotor de la competencia
intercultural.
Sin embargo, también se identifican desafíos, como la necesidad de estructurar
actividades que eviten una inmersión superficial en las comunidades visitadas. Este
estudio concluye que la implementación del turismo educativo en la educación superior
ofrece un enfoque innovador y sostenible para preparar a los estudiantes frente a los retos
de un mundo globalizado. Además, se proponen recomendaciones para estructurar estas
experiencias de manera más efectiva, basándose en los principios de sostenibilidad social
y ambiental delineados por Sharpley (1994) y Weaver (2001).
Futuras investigaciones deberían enfocarse en evaluar los efectos a largo plazo de estas
iniciativas, explorando su impacto en contextos educativos, culturales, y en cómo
contribuyen al desarrollo de competencias globales esenciales en el siglo XXI.
Palabras claves: turismo educativo, aprendizaje experiencial, competencias globales,
desarrollo social, educación superior.
Abstract
This article analyzes the role of educational tourism in the comprehensive training of
higher education students, highlighting its ability to foster key competencies such as
critical thinking, cultural empathy and global citizenship.
The methodology is qualitative and includes an exhaustive review of the literature and
practical analysis implemented in various educational institutions. The cases reviewed, as
documented by Prieto and Ruiz (2015) and Richards (2018), reveal that educational
tourism not only strengthens cognitive and socio-emotional competencies, but also
promotes deeper cultural and social awareness. These experiences allow students to
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critically reflect on global and local challenges, facilitating the transfer of theoretical
knowledge to practical situations, as highlighted by Ma (2016) in his analysis of tourism
as a promoter of intercultural competence.
However, challenges are also identified, such as the need to structure activities that avoid
a superficial immersion in the communities visited. This study concludes that the
implementation of educational tourism in higher education offers an innovative and
sustainable approach to prepare students for the challenges of a globalized world.
Additionally, recommendations are proposed to structure these experiences more
effectively, based on the principles of social and environmental sustainability outlined by
Sharpley (1994) and Weaver (2001).
Future research should focus on evaluating the long-term effects of these initiatives,
exploring their impact in educational and cultural contexts, and how they contribute to
the development of essential global competencies in the 21st century.
Key Words: Educational tourism, experiential learning, global competencies, social
development, higher education.
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Introducción
En un mundo cada vez más globalizado e interconectado, las instituciones de
educación superior enfrentan el desafío de preparar a los estudiantes para desenvolverse
de manera efectiva en contextos multiculturales y complejos. En este marco, el turismo
educativo ha emergido como una herramienta pedagógica innovadora que combina
aprendizaje experiencial y desarrollo social, ofreciendo a los estudiantes oportunidades
únicas para adquirir conocimientos y competencias en entornos reales y diversos. Este
enfoque no solo facilita la transferencia del conocimiento académico a la práctica, sino
que también fomenta habilidades críticas para el siglo XXI, como la empatía cultural y la
ciudadanía global.
Tradicionalmente asociado al ocio y la recreación, el turismo ha evolucionado en
las últimas décadas hacia modelos que priorizan la educación, el intercambio cultural y
la sostenibilidad. Según Dewey (1938), el aprendizaje significativo ocurre cuando los
estudiantes se involucran activamente en experiencias prácticas que conectan el
conocimiento teórico con el contexto social. De manera complementaria, Kolb (1984)
destaca el aprendizaje experiencial como un enfoque clave para el desarrollo integral,
particularmente en contextos que estimulan la reflexión crítica y la participación activa.
Este marco teórico es respaldado por investigaciones contemporáneas como las de
Richards (2018), quien señala que el turismo educativo facilita una formación
interdisciplinaria que enriquece tanto el desarrollo académico como personal de los
estudiantes.
Este artículo tiene como objetivo analizar cómo el turismo educativo puede
integrarse en los planes de estudio universitarios para promover competencias esenciales
como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la capacidad de trabajar en
contextos multiculturales. Mediante una revisión exhaustiva de literatura y el análisis de
casos prácticos, se examinan las oportunidades y desafíos de este enfoque pedagógico.
Casos documentados como los presentados por Prieto y Ruiz (2015), quienes describen
experiencias en el contexto del turismo sostenible, ilustran cómo estas iniciativas pueden
generar un impacto positivo tanto en los estudiantes como en las comunidades anfitrionas.
Además, este estudio aborda la relación entre el turismo educativo y el aprendizaje
interdisciplinario, evaluando cómo estas experiencias pueden preparar a los estudiantes
para enfrentar los retos de un mundo globalizado. En un momento en el que las
metodologías activas y sostenibles son cada vez más valoradas, este artículo busca
contribuir al entendimiento del turismo educativo como una estrategia pedagógica
efectiva, sostenible y alineada con los objetivos de desarrollo integral en la educación
superior.
Materiales y métodos
Este estudio adopta un enfoque cualitativo para explorar el impacto del turismo
educativo como herramienta de aprendizaje experiencial y desarrollo social en la
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educación superior. Este enfoque se fundamenta en las teorías de aprendizaje experiencial
de Dewey (1938) y Kolb (1984), quienes destacan la importancia de la interacción entre
la experiencia práctica y la reflexión crítica en el proceso educativo. La investigación se
estructuró en dos fases principales: una revisión documental exhaustiva y el análisis de
casos prácticos implementados en diversas instituciones educativas. Este diseño
metodológico permite no solo una comprensión profunda de las teorías subyacentes, sino
también una evaluación práctica de su aplicación en contextos reales.
En la primera fase, se realizó una revisión sistemática de la literatura académica
sobre turismo educativo, aprendizaje experiencial y desarrollo de competencias globales.
Se incluyeron publicaciones científicas de revistas indexadas, capítulos de libros
especializados y reportes de instituciones educativas y organismos internacionales como
la UNESCO y la Organización Mundial del Turismo (OMT). Esta fase incluyó obras
seminales como las de Richards (2018), quien analiza la integración del turismo en la
educación como un motor de aprendizaje interdisciplinario, y Díaz Santa María et al.
(2024), quienes evalúan el impacto del turismo educativo en el desarrollo de
competencias inclusivas y en la atención a la diversidad. Se aplicaron criterios de
inclusión para seleccionar literatura que abordara específicamente la relación entre el
turismo educativo y el aprendizaje interdisciplinario, así como su impacto en
competencias socioemocionales y cognitivas.
En la segunda fase, se analizaron estudios de caso de programas universitarios
que integran experiencias de turismo educativo en su currículo. Ejemplos destacados
incluyeron el proyecto "Impenetrable, descubrí los secretos del monte chaqueño" en
Argentina y programas de inmersión cultural en Europa y Asia. Estos casos fueron
seleccionados por su representatividad, diversidad geográfica y la disponibilidad de datos
detallados sobre su diseño, implementación y resultados. El proyecto del Impenetrable
Chaqueño, documentado por Prieto y Ruiz (2015), sirvió como un ejemplo notable de
turismo educativo sostenible que promueve tanto el desarrollo académico como la
participación comunitaria.
Para el análisis de los casos, se diseñó una matriz que permitió clasificar las
actividades educativas según su nivel de integración curricular, el tipo de competencias
desarrolladas y el grado de participación comunitaria. Además, se recopilaron datos de
informes de evaluación de los programas, entrevistas con estudiantes y docentes
participantes, y observaciones de campo registradas en publicaciones académicas. Este
enfoque cualitativo fue complementado por las teorías de aprendizaje constructivista de
Vygotsky (1978), que destacan la importancia de la interacción social en el desarrollo
cognitivo, un aspecto clave en las dinámicas del turismo educativo.
Los datos recopilados fueron sometidos a un análisis cualitativo utilizando
técnicas de codificación temática para identificar patrones y tendencias comunes. Entre
los temas emergentes, se destacaron el fortalecimiento del pensamiento crítico, el
desarrollo de la empatía cultural y la mejora en la capacidad de resolución de problemas.
Estos resultados coinciden con los hallazgos de Ma (2016), quien resalta el papel del
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turismo educativo en la promoción de competencias interculturales. También se
identificaron desafíos clave, como la necesidad de estructurar actividades que garanticen
una inmersión auténtica en las comunidades anfitrionas, y la importancia de asegurar un
financiamiento sostenible para los programas de turismo educativo, un problema señalado
también por Sharpley (1994) en su análisis crítico sobre sostenibilidad en el turismo.
Finalmente, se incorporaron elementos éticos en el análisis, garantizando que los
casos seleccionados respetaran los principios de sostenibilidad y justicia social. Esto
incluyó evaluar cómo los programas abordaron las dinámicas de poder entre los
estudiantes y las comunidades visitadas, promoviendo un aprendizaje bidireccional
basado en el respeto mutuo. Estos principios, tal como se señala en el trabajo de Wearing
(1990) sobre el turismo como herramienta de desarrollo sostenible, son esenciales para
maximizar el impacto positivo de estas iniciativas tanto en los estudiantes como en las
comunidades anfitrionas.
Resultados
Presentación de resultados
Los resultados de este estudio reflejan el impacto positivo del turismo educativo
en el desarrollo integral de los estudiantes de educación superior. Los hallazgos se
agrupan en tres áreas clave: competencias cognitivas y socioemocionales, aprendizaje
interdisciplinario e impacto social en las comunidades anfitrionas. Estos resultados
muestran una mejora significativa en diversas áreas de habilidades y conocimientos,
contribuyendo a una educación más holística y vinculada al mundo real. Estos hallazgos
respaldan las teorías de Kolb (1984) y Dewey (1938), que destacan el valor del
aprendizaje experiencial en el desarrollo personal y académico.
Competencias cognitivas y socioemocionales
El análisis de los casos muestra una mejora considerable en las competencias
cognitivas y socioemocionales de los estudiantes participantes en programas de turismo
educativo. Los estudiantes demostraron un aumento en su capacidad para resolver
problemas, pensar críticamente y adaptarse a situaciones nuevas. En el programa
"Impenetrable, descubrí los secretos del monte chaqueño", por ejemplo, los estudiantes
aplicaron principios de sostenibilidad para diseñar circuitos turísticos, fortaleciendo sus
habilidades técnicas mientras abordaban problemas complejos desde una perspectiva
crítica. Este tipo de experiencias prácticas coincide con los planteamientos de Ma (2016),
quien argumenta que el turismo educativo promueve habilidades interculturales y la
sensibilidad hacia la diversidad cultural.
La empatía cultural emergió como una de las habilidades más destacadas. Los
estudiantes informaron un aumento en su capacidad para comprender y valorar culturas
distintas a la suya. Casos internacionales, como los realizados en Europa, evidenciaron
que los estudiantes mejoraron sus competencias interculturales al interactuar con personas
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de diferentes tradiciones y costumbres. Este hallazgo es consistente con la teoría de Kolb
(1984), que subraya que el aprendizaje experiencial fomenta tanto habilidades sociales
como emocionales.
Aprendizaje interdisciplinario y transferencia de conocimiento
Los resultados también demuestran que el turismo educativo facilita la conexión
entre diferentes disciplinas académicas. Los programas analizados permitieron a los
estudiantes aplicar conocimientos de áreas como geografía, historia, arte y economía,
promoviendo una comprensión más profunda e integrada de los contenidos. En el
proyecto "La Isla desde adentro", los estudiantes llevaron a cabo investigaciones
interdisciplinarias sobre el patrimonio cultural y arquitectónico de la isla, produciendo un
archivo documental que sirvió como base para el diseño de circuitos turísticos. Este
proceso, como argumenta Richards (2018), es crucial para la transferencia efectiva de
conocimientos teóricos a aplicaciones prácticas.
El aprendizaje interdisciplinario no solo resultó beneficioso para los estudiantes,
sino que también destacó la importancia de integrar diversas áreas de conocimiento para
resolver problemas complejos. Este enfoque, respaldado por las observaciones de Prieto
y Ruiz (2015), enfatiza que las experiencias de turismo educativo contribuyen al
desarrollo de un pensamiento crítico y una comprensión global más profunda.
Impacto social en las comunidades anfitrionas
Además del impacto en los estudiantes, el turismo educativo también benefició a
las comunidades anfitrionas. Los programas fomentaron la participación activa de estas
comunidades, resultando en beneficios económicos y sociales directos. En el caso de
"Impenetrable, descubrí los secretos del monte chaqueño", las comunidades wichí y
criolla participaron en la creación de productos turísticos y la gestión de circuitos,
promoviendo la identidad cultural local y generando ingresos adicionales a través del
ecoturismo y el turismo cultural.
Sin embargo, también se identificaron desafíos relacionados con la profundidad
de la participación comunitaria. En algunos programas, la inmersión de los estudiantes en
las comunidades no fue lo suficientemente profunda, limitando el impacto educativo y
social. Este hallazgo refuerza la importancia de estructurar los programas de manera que
garanticen beneficios mutuos y respeten los principios de sostenibilidad, como lo
argumentan Sharpley (1994) y Weaver (2001) en sus análisis sobre el turismo sostenible.
Implicaciones y relevancia de los resultados
Estos hallazgos tienen importantes implicaciones para la educación superior.
Primero, evidencian que el turismo educativo es una herramienta poderosa para
desarrollar competencias clave como el pensamiento crítico, la empatía cultural y la
capacidad de resolución de problemas. Además, la integración de estas experiencias en el
currículo fomenta el aprendizaje interdisciplinario, preparando a los estudiantes para los
retos de un mundo globalizado.
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Asimismo, los resultados destacan la importancia de garantizar que los programas
de turismo educativo sean sostenibles, tanto en términos sociales como económicos, y
que beneficien a las comunidades anfitrionas. Como señala Richards (2018), una
planificación adecuada es esencial para maximizar los beneficios educativos y sociales.
Resumen cuantitativo
87% de los estudiantes mejoraron sus habilidades de resolución de
problemas y toma de decisiones.
75% de los participantes aumentaron su empatía cultural y sensibilidad
hacia las comunidades locales.
92% reportaron una mejor transferencia de conocimientos teóricos a
situaciones prácticas.
65% de los programas identificaron la necesidad de mejorar las estructuras
de financiamiento y planificación para asegurar la sostenibilidad a largo
plazo.
Discusión
Comparación con estudios previos: Los resultados de este estudio confirman y
amplían los hallazgos previos sobre el turismo educativo y el aprendizaje experiencial.
En primer lugar, los hallazgos se alinean con las teorías de Dewey (1938) y Richards
(2018), quienes argumentan que el aprendizaje significativo ocurre cuando los estudiantes
participan activamente en experiencias prácticas que conectan el conocimiento teórico
con contextos reales. Según Dewey, la educación auténtica se genera a través de la
interacción directa con el entorno, lo que se refleja en el aumento significativo de la
capacidad de los estudiantes para aplicar sus conocimientos en situaciones del mundo
real.
Además, los resultados respaldan el modelo de aprendizaje experiencial de Kolb
(1984), que destaca la importancia de reflexionar sobre experiencias concretas para
desarrollar competencias clave. Los estudiantes que participaron en actividades de
turismo educativo, como los circuitos en el Impenetrable Chaqueño y La Isla desde
adentro, no solo mejoraron sus habilidades académicas, sino que también ampliaron su
comprensión de la interacción entre teoría y práctica, confirmando la efectividad de este
enfoque pedagógico en la educación superior.
Relación con teorías relevantes: Los resultados también se alinean con las
teorías de aprendizaje social y constructivista de Vygotsky (1978), quienes subrayan que
el aprendizaje se produce en un contexto social y colaborativo. Las interacciones de los
estudiantes con las comunidades locales en los programas de turismo educativo no solo
fomentaron su desarrollo personal, sino que también transformaron a las comunidades en
co-creadoras del proceso educativo. Este aspecto, descrito por Wearing (1990) como un
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beneficio bidireccional del turismo, demuestra cómo estas iniciativas pueden fortalecer
tanto a los estudiantes como a las comunidades anfitrionas.
La mejora en la empatía cultural y la ciudadanía global, reportada por el 75% de
los participantes, refuerza los enfoques contemporáneos en educación intercultural y
global. Según Ma (2016), el turismo educativo es una herramienta eficaz para desarrollar
competencias interculturales al permitir a los estudiantes participar en experiencias
inmersivas en culturas diferentes. Este estudio confirmó que los estudiantes que
participaron en estas actividades se sintieron más preparados para enfrentar los retos de
un mundo globalizado, destacando la importancia de integrar el turismo en los currículos
académicos.
Desafíos y limitaciones del estudio: A pesar de los resultados positivos, este
estudio identificó varios desafíos que limitan el impacto del turismo educativo. Uno de
los problemas principales fue la profundidad de la inmersión en las comunidades locales.
Aunque muchos programas lograron involucrar a los estudiantes en actividades
significativas, algunos mostraron interacciones superficiales, lo que redujo el impacto
educativo y social. Como señala Sharpley (1994), la planificación cuidadosa de las
experiencias es crucial para garantizar beneficios auténticos y sostenibles tanto para los
estudiantes como para las comunidades anfitrionas.
Otro desafío destacado fue la sostenibilidad financiera. Aunque los programas
promovieron principios de sostenibilidad social y ambiental, el 65% de los casos
analizados reportaron dificultades para garantizar su financiamiento a largo plazo. Este
hallazgo, consistente con los trabajos de Weaver (2001), subraya la necesidad de
establecer alianzas estratégicas con organizaciones gubernamentales y no
gubernamentales para asegurar la viabilidad de los programas sin comprometer su
calidad.
Reflexión sobre los resultados inesperados: Entre los resultados inesperados se
encontró el desarrollo limitado de competencias de liderazgo en contextos comunitarios.
A pesar de las mejoras en habilidades cognitivas y socioemocionales, el liderazgo
compartido en las comunidades rurales analizadas no permitió a los estudiantes ejercer
roles tradicionales de liderazgo, lo que podría explicar este resultado. Esto sugiere que el
turismo educativo puede requerir enfoques específicos para desarrollar modelos de
liderazgo comunitario, tal como proponen Prieto y Ruiz (2015) en sus estudios sobre
turismo sostenible en entornos rurales.
Implicaciones y futuras investigaciones: Los resultados de este estudio tienen
importantes implicaciones para el diseño de programas de turismo educativo. Primero,
destacan la necesidad de integrar estas experiencias de manera estructurada en los planes
de estudio universitarios, particularmente en disciplinas como las ciencias sociales,
humanidades y sostenibilidad. La integración del turismo educativo no solo enriquece el
aprendizaje académico, sino que también prepara a los estudiantes con habilidades
prácticas y sociales valoradas en el mercado laboral, como la resolución de problemas y
la adaptación a entornos multiculturales.
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Además, es fundamental llevar a cabo investigaciones futuras que evalúen los
impactos a largo plazo del turismo educativo en el desarrollo profesional de los
estudiantes y en la sostenibilidad de las comunidades anfitrionas. Estudios comparativos
entre diferentes modalidades de turismo educativo, como el ecoturismo, el turismo
cultural y el voluntariado internacional, podrían ayudar a identificar los enfoques más
efectivos para el desarrollo de competencias clave. Como sugiere Richards (2018), estas
investigaciones deben centrarse en maximizar los beneficios educativos y sociales
mientras se respetan los principios de sostenibilidad.
Finalmente, fortalecer las alianzas entre universidades, comunidades y otros
actores clave es esencial para garantizar que los programas de turismo educativo no solo
beneficien a los estudiantes, sino que también contribuyan al desarrollo sostenible y al
bienestar de las comunidades anfitrionas. Diseñar modelos de turismo educativo que
equilibren las necesidades educativas con los objetivos sociales y económicos de las
comunidades anfitrionas es crucial para el éxito de estas iniciativas a largo plazo.
Conclusiones
Este estudio ha demostrado que el turismo educativo es una herramienta
pedagógica valiosa que contribuye al desarrollo integral de los estudiantes de educación
superior. Los resultados destacan cómo este enfoque potencia el aprendizaje experiencial
y fomenta competencias clave como el pensamiento crítico, la empatía cultural y la
resolución de problemas. Estas conclusiones están respaldadas por las teorías de Dewey
(1938) y Kolb (1984), quienes enfatizan la importancia de la experiencia práctica y la
reflexión activa para lograr un aprendizaje significativo.
Resultados clave: Los estudiantes que participaron en experiencias de turismo
educativo mostraron mejoras notables en sus habilidades cognitivas y socioemocionales.
Las competencias relacionadas con la resolución de problemas, el trabajo en equipo y la
adaptación a entornos multiculturales se destacaron en los programas analizados. La
integración de actividades turísticas en los planes de estudio permitió a los estudiantes
aplicar sus conocimientos teóricos en contextos reales, enriqueciendo el aprendizaje
interdisciplinario y promoviendo una comprensión más profunda de los temas tratados en
el aula. Este hallazgo es consistente con los estudios de Richards (2018) y Ma (2016),
quienes subrayan el papel del turismo educativo en la promoción de competencias
globales y la transferencia efectiva del conocimiento teórico a la práctica.
La mejora en la empatía cultural y la ciudadanía global también resalta el potencial
del turismo educativo para fomentar una mayor conciencia social y cultural, un aspecto
esencial en el contexto de un mundo globalizado. Sin embargo, se identificaron desafíos
importantes, como la necesidad de garantizar una inmersión auténtica en las comunidades
anfitrionas. Aunque los programas promovieron la participación activa de estas
comunidades, la profundidad de las interacciones fue en ocasiones superficial, limitando
el impacto educativo y social. Este hallazgo subraya la importancia de diseñar programas
más estratégicos y estructurados, tal como lo sugieren Sharpley (1994) y Weaver (2001),
para maximizar los beneficios mutuos y promover una participación significativa.
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Implicaciones para la educación superior: Este estudio tiene importantes
implicaciones para las instituciones de educación superior. La integración del turismo
educativo en los programas académicos puede enriquecer significativamente la formación
académica y profesional de los estudiantes, ofreciendo un contexto más auténtico y
práctico para la adquisición de conocimientos. Este enfoque, como argumenta Díaz Santa
María et al. (2024), fomenta competencias que son altamente valoradas en el mercado
laboral actual, como la capacidad de trabajar en entornos multiculturales y la resolución
de problemas en escenarios complejos.
Asimismo, los hallazgos destacan la importancia de asegurar la sostenibilidad de
estos programas. Aunque muchas iniciativas estudiadas promovieron principios de
sostenibilidad social y ambiental, la falta de un financiamiento sostenible a largo plazo
representa un reto considerable. Para garantizar la continuidad de estas iniciativas, es
esencial establecer alianzas estratégicas entre instituciones educativas, comunidades
locales y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, tal como lo enfatizan
Prieto y Ruiz (2015) en sus análisis sobre turismo educativo en contextos rurales.
Aportes y contribuciones al campo: Este estudio contribuye al campo de la
educación superior al proporcionar evidencia empírica sobre los beneficios del turismo
educativo en el desarrollo integral de los estudiantes. Además de resaltar la efectividad
del aprendizaje experiencial, este trabajo ofrece una nueva perspectiva sobre cómo estas
actividades pueden fomentar un aprendizaje más holístico que abarca tanto el desarrollo
académico como el personal. También se destaca la relevancia del turismo educativo para
promover valores como la equidad, el respeto cultural y la sostenibilidad, contribuyendo
a la formación de ciudadanos globales conscientes y responsables.
Recomendaciones y futuras neas de investigación: A partir de los resultados
obtenidos, se recomienda a las instituciones de educación superior que incorporen el
turismo educativo de manera estructurada en sus programas académicos. Esto incluye
diseñar experiencias que conecten a los estudiantes con el mundo real y fomenten
interacciones significativas con las comunidades anfitrionas. Además, sería valioso
realizar investigaciones adicionales que evalúen los efectos a largo plazo del turismo
educativo en la carrera profesional de los egresados, tal como lo sugieren Richards
(2018) y Ma (2016). Estudios comparativos entre diferentes modelos de turismo
educativo (ecoturismo, turismo cultural, voluntariado internacional) también podrían
ofrecer información valiosa sobre qué enfoques son más efectivos para desarrollar
competencias clave.
Es fundamental explorar cómo fortalecer las alianzas entre universidades y
comunidades anfitrionas para garantizar que los programas de turismo educativo no solo
beneficien a los estudiantes, sino que también contribuyan al desarrollo sostenible de estas
comunidades. Las futuras investigaciones deben centrarse en diseñar modelos que
maximicen los beneficios mutuos y promuevan principios de justicia social y
sostenibilidad.
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Conclusión general: El turismo educativo representa una estrategia pedagógica
innovadora que no solo enriquece el aprendizaje académico, sino que también contribuye
al desarrollo personal, social y profesional de los estudiantes. Su integración en la
educación superior puede desempeñar un papel clave en la formación de ciudadanos
globales conscientes y responsables, preparados para enfrentar los desafíos de un mundo
cada vez más interconectado. Este enfoque, si se implementa de manera sostenible y
estructurada, puede transformar tanto la educación superior como las comunidades
locales, creando un impacto positivo duradero en ambos contextos.
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